De vez en cuando nos consulta una embarazada o nos la solicita la matrona y, claro, como es de vez en cuando, se nos ha borrado el nombre de nuestro fichero cerebral. Aquí va mi chuleta, para que no tengamos que acudir a google a la desesperada o salir de la consulta buscando un compañero más precavido que lo tenga apuntado en vete a saber dónde o en aquella carpeta que ahora justamente no la encuentra.

Susana