A todos nos ha pasado en alguna ocasion: nos traen a urgencias un paciente inconsciente, a veces sabemos lo que ha tomado y en muchas otras no. Empezamos aquí nuestra labor de detectives: pupilas, bradicardia, olor del aliento, medimos la glucemia capilar….. y con éstos datos solemos llegar a alguna conclusión que nos indica qué fármaco administrar.
Aquí va entonces la chuleta:
